Dura derrota III

U-17 cayó de forma inexplicable para lo que venía mostrando la cetegoría. Fue un encuentro intenso y muy áspero.

La jornada venía complicada con los encuentros anteriores. Era el turno de U-17 que venía dulce demostrando un juego arrazador y a la vez maduro.

En esta oportunidad se encontraron con un conjunto que no regala nada y que juega a un solo pase apostando a defender duro y contraatacar rápido.

El primer cuarto fue parejo hasta los últimos minutos donde las faltas personales cometidas por Lanús (5) le dieron oxígeno al conjunto local.

Se apostó a un juego de pelotas largas para poder controlar lo cómodo que se siente el conjunto local a las dimensiones de la cancha y a un piso muy resbaladizo. Llegó 16 veces para convertir 13 puntos (11-36 en tiros de canchas; 1-2 en libres) lo que deja un saldo negativo para lo que promedió en los partidos anteriores. Ese 34% de efectividad produjo la mayor diferencia en el partido, 20 a 13 para cerrar el primer cuarto.

El segundo cuarto fue intenso apostando en esta oportunidad al golpe por golpe. En ese andamiaje se llega a tener un parcial más parejo (14-12) pero que alejaba a 9 el tanteador general. Las chances estaban para ambos pero 5 pelotas perdidas en momentos claves produjeron que Burzaco se acomode mejor para arrancar el segundo tiempo.

Hubo más juego de equipo sin sobresalir ningún jugador pero aprovechando los puntos trabajados y los no tanto.

Para el regreso del descanso largo y con algunos jugadores padeciendo algunas dolencias, ambos conjuntos apostaron a el buen juego y a la intensidad esto permitió un mejor manejo del balón por parte de Lanús y algo que exasperó al DT local que en más de una oportunidad fue llamado al orden sin ser sancionado (¿raro?). Se alternaron ataques y defensas permanentes sin sacarse nada de ventaja. Estaba cerrando el cuarto con un inamovible 13-13 cuando una desconcentración en defensa (se llegó tarde a la cobertura) puso una diferencia de 3 a falta de 4 segundos para el final del parcial. 16-13 para un parcial infartante y 50 a 38 en el tanteador.

Había que barajar y dar de nuevo para encarar el último cuarto a sabiendas de que era a todo o nada. El esfuerzo del local por achicar todos los espacios, a pesar de disponer de una cancha con dimensiones reducidas, les pasó factura. Buscaban hacer transiciones más lentas y asegurar mejor el balón. Esto favoreció para jugar con la cancha más abierta y así lograr un tiro limpio a distancia. Así Lanús logró ponerse a tiro en el tanteador y la desesperación se instaló en el banco local, no podían contener los tiros externos y las penetraciones que terminaban en falta, aunque pocas fueron las que se cobraron a favor de la visita. Tres triples de forma casi consecutiva de Joaquín Pérez hacía tambalear la solidés defensiva del local. A esta altura el encuentro no era apto para cardíacos. Las instancias se volcaban a favor del Granate porque aparecieron los robos a favor, la seguridad en el manejo del balón y la decisión de alcanzar el triunfo hasta que la última pelota del encuentro quedó enredada entre jugadores caídos, faltas, roces y demás, hizo que se escapara el triunfo que bien merecido era pero que también estaba del lado del local.

Un partido que no se olvidará entre los que estábamos presentes.

Parciales: 20-13; 14-12 (34-25); 16-13 (50-38 y 17-25 (67-63)

Goleo: E. Pose 3; J. Elizaga 0; D. Orellano 5; Joaquín Pérez 19; K. Bacci 4; P. Ucha 3; L. Quevedo 5; I. Pérez 12; J. Mancino 10; J. Riquel 2

Arbitraje: Regular

#U17 #NIVEL1